Antonia Prada, la bahiense que cumplió su sueño de jugar en River: “Las cosas se acomodan si una está convencida”
Con apenas 16 años, Antonia Prada dejó su casa, sus afectos y el club que la vio crecer, Bella Vista, para mudarse a Capital Federal y vestir la camiseta del club del que es hincha desde chica: River.
A un año de aquel salto, la joven futbolista bahiense habla con Círculo Central sobre los desafíos de jugar en la reserva millonaria, adaptarse a una vida completamente nueva, y seguir apostando fuerte por su sueño.
▪️Ya el año pasado tuviste la posibilidad, pero este año vas afianzándote más. ¿En qué sentís que cambiaste desde que estás en River?
-En muchas cosas. Primero, en cómo juego. Acá el fútbol es mucho más intenso, más rápido. Y también en lo mental. Ahora estoy trabajando con una psicóloga deportiva, algo que al principio no tenía y que me ayudó un montón. El año pasado mi rendimiento no era tan bueno y hoy veo cuánto mejoré en eso.
▪️¿Notás un cambio radical tuyo en lo físico, en el juego y como persona viviendo sola en Buenos Aires?
-Sí, totalmente. Ya vivir sola y tener que hacer todo sola es un montón. En lo futbolístico también. A veces veo partidos viejos en Bella Vista y me da bronca, porque dejaba pasar pelotas o esperaba que se encargaran otras. Hoy tengo mucha más intensidad, sobre todo a la hora de recuperar. Es algo que acá te exigen todo el tiempo.
▪️Cambiaste de estilo y también de posición.
-Sí. Ahora estoy jugando de nueve, a veces como interna. Me van rotando. Arranqué la pretemporada como nueve y es una posición muy distinta. Estoy de espaldas al arco, tengo que recibir pases filtrados, cuando antes era yo la que los daba. Me estoy acomodando.
▪️¿Te costó adaptarte a la competencia? En Bella Vista eras figura, en River hay muchas jugadoras en tu puesto.
-Obvio. Sabía que iba a costar. Acá el grupo ya estaba formado, así que también fue difícil desde ese lado. Pero hoy estoy mucho más tranquila, con más confianza en mí misma, en el grupo y en el cuerpo técnico.
▪️¿Qué diferencias encontraste entre River y Bella Vista?
-Al principio pensaba que era parecido. Pero el día a día es muy distinto. Acá jugamos mucho al pase, al toque, no tanto al ataque directo. Y el ritmo es otra cosa: no tenés tiempo con la pelota, no podés parar y encarar a tres como allá en Bahía. Es todo mucho más exigente.
▪️Tu llegada fue casi accidental. Viniste a una prueba sin imaginar lo que venía. ¿Cómo te sentís hoy, un año después?
-Me sigue costando mucho. Cada vez que voy a Bahía no me quiero volver. Pero después llego acá, estoy con las chicas, que son como mi familia, y me acomodo. Es una vida muy distinta, pero también muy linda.
▪️¿Qué extrañás de Bella Vista y del fútbol bahiense?
-Todo. Era un ámbito muy familiar. En Bahía nos conocemos todas. Acá también hay cariño, pero no está mi familia, y eso se siente.
▪️¿Qué le dirías a las chicas de Bahía que sueñan con jugar en Buenos Aires, pero no se animan al cambio?
-Que no es venir a boludear. Es un cambio terrible. Pero si estás convencida de lo que querés, y te mantenés concentrada, las cosas llegan. Hay que bancarse el proceso.
▪️¿Qué te sostenía cuando no jugabas y pensaste en dejar?
-Que este siempre fue mi sueño. Vine mentalizada en que podía pasar eso. En Bahía me había pasado todo muy rápido y sabía que acá podía ser distinto. Tuve meses muy duros, pero nunca quise volverme. Me dije: "Quiero estar un año al menos y ver qué pasa". Y al final, las cosas se acomodaron.
▪️¿Cuál es tu objetivo hoy? ¿Soñás con debutar en Primera o hay algo más grande?
-Obvio que quiero debutar en Primera. Pero el sueño más grande es jugar en la Selección. Sé que falta muchísimo, ni siquiera juego acá todavía. Pero los sueños están para eso, ¿no? Para soñarlos.
▪️¿Qué te enseñó la Liga del Sur y tu paso por Bella Vista?
-Me formaron como jugadora y como persona. No sé cómo explicarlo, pero me dejaron muchas cosas que hoy valoro.
▪️¿Qué sentiste cuando debutaste con la camiseta de River?
-Fue hermoso. Estaban mis papás en la tribuna. Lo esperé un montón, me costó mucho. Y encima entré bien. Fue perfecto.
▪️¿Cómo vivís la competencia interna en River?
-Es dura. Tenés que ganarte la confianza del cuerpo técnico, sacar el puesto a jugadoras que están hace años. Pero dentro del grupo hay buena onda, la competencia no pasa de la cancha.
Una vida nueva, un sueño en marcha
Antonia sabe que su camino recién empieza. Lejos de su familia y su ciudad, pero cerca del club que ama, encara cada entrenamiento con la misma convicción que la trajo hasta acá: la de pelear por lo que quiere.
“Yo soñé tanto con estar acá, que nunca dudé en seguir, incluso cuando las cosas no salían. Y hoy puedo decir que valió la pena.”
Porque hay sueños que no se negocian. Y hay decisiones, como la que tomó Antonia Prada en su momento con 16 años, que cambian una vida para siempre.