De Bella Vista a Racing: el sueño en marcha de Zoe Marcolini
La bahiense de 15 años que se mudó a Avellaneda para perseguir su sueño futbolero
A los 15 años, muchas adolescentes apenas empiezan a decidir qué quieren hacer con su vida. Zoe Marcolini, en cambio, ya dio un paso que muchas solo imaginan: dejar su ciudad, su club de origen y a su familia, para mudarse a Buenos Aires y vestir la camiseta de Racing en el torneo de AFA. Surgida en Bella Vista, se convirtió en una de las grandes promesas del fútbol femenino bahiense. Mano a mano en el predio académico, con Circulo Central, Zoe repasa su camino, los cambios, los miedos y sus sueños.
▪️¿Cuándo fue el momento en que supiste que te ibas a quedar en Buenos Aires y empezar a jugar oficialmente en Racing?
—Yo venía rompiéndole las bolas a mis papás para quedarme, y cuando me decían que no porque era muy chica, más insistía. Pero el día que me dijeron que sí… fue como chocarme contra una pared. Ahí dije: “Pará, todavía no quiero”. Estaba muy indecisa. Después, con el tiempo, conociendo al grupo, me adapté y dije que sí, porque esto es lo que quiero.
▪️¿Sentís que cambiaste desde que llegaste?
—Sí, mucho. Desde lo personal hasta lo futbolístico. Me siento distinta, mejor físicamente. Cambió el grupo, cambió el ambiente, cambió todo. Pero estoy muy contenta acá.
▪️¿Te costó adaptarte a la exigencia de Racing?
—Sí, me costó. La Liga de AFA es muy difícil. Las chicas son muy intensas, el fútbol es físico, te exige todo el tiempo. Pero te vas acostumbrando. Entrenando con tus compañeras te vas poniendo a tono, y lo físico mejora un montón.
▪️Debutaste contra Newell’s en Rosario. ¿Cómo fue esa primera vez?
—Unos nervios tremendos. El día anterior no podía dormir. Contra Platense fue aún peor porque sabía que iba de titular. Pero me fue muy bien en los dos partidos, y eso es lo que cuenta.
▪️ ¿Cómo vivís la previa de partidos más importantes, como un clásico contra Independiente?
—Todavía no me tocó jugar contra Independiente ni en amistosos. Pero ya se siente diferente. Los entrenamientos son más intensos, miramos videos del rival, nos enfocamos un montón. Es todo más serio.
▪️¿En qué cosas notás más el cambio respecto a tu experiencia en Bahía?
—La mentalidad. Allá en Bahía, si un día no entrenabas, no pasaba nada. Acá no podés faltar. Si no venís, le das ventaja a tu competencia. Aunque tengas un dolor, tenés que venir igual. Es otro ritmo, otra mentalidad.
▪️¿Qué es lo que más impacta?
—La intensidad. En Bahía jugaba contra chicas más grandes. Acá juego contra chicas de mi edad, pero el ritmo es muy alto. Es otro nivel.
▪️¿Qué le dirías a una jugadora de la Liga del Sur que sueña con llegar a AFA? ¿Qué debería cambiar?
—La cabeza. Tenés que cambiar la mentalidad completamente. En Bahía es más tranquilo. No es que sea malo, al contrario: la Liga del Sur tiene mucho nivel. Pero si querés venir acá, tenés que entrenar todos los días, tomártelo en serio. Es otro compromiso.
La Liga del Sur tiene mucho nivel. Pero si querés venir acá, tenés que entrenar todos los días, tomártelo en serio. Es otro compromiso.
▪️¿Extrañás?
—Sí. Todo. Las compañeras, los entrenamientos, incluso las canchas aunque no fueran las mejores. Todo.
▪️¿Te ayudó haber hecho visitas mensuales a Racing durante el 2024 antes de instalarte?
—Muchísimo. Yo venía una semana por mes antes de mudarme. En uno de esos viajes me adapté un montón al grupo. Hoy me siento cómoda, tengo muchas amigas, el grupo es hermoso.
▪️¿Siempre soñaste con llegar a Buenos Aires a jugar?
—Siempre. Desde que empecé, más todavía. Pero hay días y días. A veces te sentís capaz, otras veces te parece imposible. Pero yo noté que tenía nivel. Y no solo yo: muchas chicas de Bella Vista están probándose y les va bien.
▪️Sos una de las más chicas que llegó a AFA desde Bahía. ¿Cómo vivís esa responsabilidad?
—Es una responsabilidad linda. Pero tengo mis cosas también. Por ejemplo, Antonia Prada vino más grande y ya sin sus papás. Yo soy más chica pero tengo el apoyo de mis viejos, aunque estén solo una semana por mes. Eso hace la diferencia.
▪️ ¿Y cómo vivís la competencia interna? Saber que no tenés el puesto asegurado…
—Es una presión constante. Tenés que demostrar todo el tiempo. Pero también es lo que te hace crecer. Si te relajás, otra te pasa por arriba. Y yo no vine hasta acá para relajarme.
▪️¿Qué sentiste cuando tu hermana Liz decidió volverse a Bahía porque no estaba lista?
—Fue un golpe fuerte. Al principio pensé que era una joda. Me lo dijo con mi mamá y no lo podía creer. Pero prefiero que esté feliz allá a que esté mal acá.
▪️Ya debutaste, ya estás instalada. ¿Cuál es tu próximo objetivo?
—La Selección. Siempre fue mi mayor sueño. Ojalá algún día pueda estar ahí.
▪️¿Qué significa Racing para vos hoy? ¿Y Bella Vista?
—Racing es mi vida. Me abrió las puertas y me cambió. Y Bella Vista es una pasión, siempre va a ser especial. Fue el club que me dio la posibilidad de jugar al fútbol en serio.
▪️¿Qué es lo más difícil del día a día viviendo lejos de tu ciudad?
—Cambiar toda tu vida. Ya no estás con tu familia. Te levantás sola, te hacés cargo de tus cosas. Me estoy volviendo más independiente antes de lo normal. En algún momento me voy a tener que cocinar sola, vivir sola. Es un cambio fuerte.
Zoe Marcolini es parte de una camada de futbolistas jóvenes bahienses que con apenas 15 años, ya sabe lo que es dejar todo atrás por un sueño. Pero también sabe que esto recién empieza.
Mis felicitaciones Zoe, Dios quiera que puedas mostrar lo que sabes, crecer como futbolista y llegar a cumplir el sueño de la selección, a no aflojar!!! 💪💪