De Río Colorado a Bahía Blanca, por un sueño: Juana Kunusch y su experiencia en Tiro Federal
La futbolista de 15 años que viaja todos los fines de semana más de 200 kilómetros para jugar en la Liga del Sur, contó sus sacrificios por este deporte y sus objetivos.
Cada viernes, Juana Kunusch deja su casa en Río Colorado y viaja más de 200 kilómetros hasta Bahía Blanca. Tiene apenas 15 años, pero una decisión que no titubea, apostar por su sueño. Es refuerzo de Tiro Federal en esta temporada de la Liga del Sur, su primera experiencia en una competencia de este nivel.
“Entreno en mi club de toda la vida, Barrio Unión, y vengo los viernes a Bahía. Me quedo el fin de semana para jugar”, cuenta. Así, con esa simpleza que esconde una enorme determinación, Juana resume su rutina. Una rutina que implica dejar familia, amigas y costumbres. Todo, por jugar.
La oportunidad llegó tras una recomendación de un entrenador de su ciudad. “Se comunicó con Rami (Jara Pinto), vine a una prueba en un amistoso y quedé. Las chicas me recibieron re bien, me sentí parte desde el primer día”, recuerda.
El salto deportivo fue fuerte. “Allá somos pocos clubes, nos conocemos todas. Acá es diferente, más competitivo, casi profesional”, reconoce.
Lo sintió también en lo físico, “En Río Colorado jugábamos 20 minutos por tiempo, acá 45. Me costó, pero me adapté entrenando”.
Dentro de la cancha, Juana se mueve entre el mediocampo y la creación. “Me gusta distribuir juego, jugar de 10 o de 5”, dice.
Pero el cambio más profundo no fue técnico ni táctico. “Lo que más me cambió fue la personalidad. Aprendí a hablar más, a pedir la pelota, a integrarme en el grupo”.
En Bahía los findes se hospeda con Daiana Uzidinger (actual compañera en Tiro) y Daniel Cricelli, una familia que la cuida como si fuera propia. “Day es como mi mamá, Pelu como mi papá”, cuenta. Sin embargo, el desarraigo a veces pesa. “Al principio no me costaba tanto, pero ahora sí. Extraño los fines de semana con mi familia, las cenas, los almuerzos. Pero acá también disfruto mucho”.
Cuando se le pregunta si alguna vez soñó con esto, no duda, “Sí, siempre. Amo el fútbol y quiero vivir de esto. Las cosas se van dando, paso a paso”.
Juana es eso, pasos firmes, silenciosos, llenos de sentido. Como quien no solo corre detrás de la pelota, sino detrás de una vida entera por jugar.