Del campo al gol: el sueño que Paulina Acevedo persigue con Liniers
Tiene 14 años recién cumplidos, vive en el campo y viaja más de 200 km cada fin de semana para jugar en las "chivas". Goleadora de Reserva, figura en Sub 14 y debut soñado en Primera con tres goles.
Con apenas 14 años, Paulina Acevedo Ocampo ya escribe su propio capítulo en el fútbol bahiense. Oriunda de Guisasola (Cnel. Dorrego) y criada en el campo, es la goleadora de la Reserva de Liniers, brilló en la Sub 14 y debutó en Primera División ante Cabildo con un hat trick que todavía recuerda con incredulidad.
“Llegué al fútbol por mi hermano. Él fue quien me enseñó y me llevó a jugar”, cuenta. Desde los cinco años entrenaba en el club Progreso, llorando en la puerta hasta que su mamá aceptó que jugara… aunque fuera con varones. “Me decían que me iban a golpear, pero nunca tuve miedo. Siempre fui y lo hice”.
Su vida transcurre entre el fútbol y el folklore. Ensaya danzas los miércoles y entrena fútbol, con un plan que le envían sus entrenadores, combinando viajes de más de 200 kilómetros para estar cada fin de semana en Bahía. Vive en el campo, asiste a una escuela rural cada 15 días, CEPT N°35 de Aparicio, y ayuda en las tareas familiares. “No me cuesta viajar, al contrario, espero que llegue el fin de semana para jugar”, asegura.
El salto a Primera llegó antes de lo que esperaba. “Me dijeron que era por el esfuerzo y por lo que venía haciendo en la cancha. No pensé que iba a debutar tan rápido”, recuerda. Ese día marcó tres goles ante Pacífico y sintió que, al menos por un instante, todo el cansancio del viaje valía la pena.
Sueña con vestir la camiseta de River Plate y sabe que tarde o temprano deberá mudarse a la ciudad para entrenar a diario. “Me considero rápida, aunque todavía tengo que mejorar la pegada”, admite con autocrítica.
En El Perdido la conocen desde chica. Fue la única mujer jugando con varones y la goleadora de su equipo. “Siento que me quieren mucho. Siempre me alentaron”, dice.
Su familia, clave en cada paso, organiza su vida entre el fútbol de Paulina y el de su hermano Jonás, para acompañarlos a ambos.
Si tuviera que elegir entre el folklore y el fútbol, no duda, “Me quedo con el fútbol. Es lo que quiero cumplir”. Desde el campo, entre caballos y mates, Paulina sabe que el camino recién empieza. Y que para llegar a la meta, lo importante es subirse al auto cada fin de semana y volver a salir a la cancha.
No le aflojes Paulina, seguí tus sueños!!! 💪💪